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El Hotel Hernán Cortés de Gijón colaboró en crear esta web promocional.   .

 
     
 

La noble Villa de Tuña - El Dolmen de Merillés - La Fana de Genestaza - La Braña de Azorerina - La Cerámica Negra de Llamas de Mouro - El Carbayo de Valentín

 
 





El pueblo ejemplar y monumental de Tuña en el Concejo de Tineo, está situado a menos de una hora del centro de Asturias, en un valle pleno de belleza natural. Esta foto de la casa palacio de Cabo del Río ( S. XVIII) está tomada desde el puente romano del Carral, donde las leyendas ubican, en sus cimientos, el tesoro de una piel de vaca hecha de oro. Este palacio, que es uno de los ocho que hay en esta hidalga villa, se construyó sobre los restos del palacio de los Rodríguez de Tuña, destruido por una inundación del río Tuña, provocada por un derrumbe de la fana de Genestaza. En él nació el padre del insigne militar y político Rafael del Riego (1784 -1823). El general del Riego fue ahorcado por haber declarado la primera constitución libre de España y por pedir la destitución del rey.





Vista general del pueblo de Tuña, por donde pasaba la calzada romana que unía Lugo con Astorga y desde donde se distribuía el oro que explotaban sus legiones en las próximas minas de Boinás en la sierra de Bebega. El palacio que se ve en el borde izquierdo de la foto es la mansión de los Riego y Tineo de Tuña, S. XIV. Les recomiendo que visiten Tuña con mucha calma, alojándose en el nuevo Hotel que el Restaurante Casa Pipo (tfno. 985 803 756 acaba de inaugurar; cálido confort y cuidada comida casera a precios muy razonables, o también en cualquiera de los buenos apartamentos rurales (como La Pintora, tfno. 985 803 752) que hay en este increíble valle, desde donde se pueden hacer suaves y cardiosaludables excursiones.





El estanque de la Barca o del salmonero río Narcea, visto desde la carretera que desde el puente romano del Carral en Tuña se dirige a Boinás, donde se ubican las explotaciones del oro en el subsuelo astur (en la sierra de Bebega, a 13 km. de Tuña), desde el siglo I de nuestra época primero por los romanos, luego por los musulmanes y hasta hace poco que cerró su explotación, por una multinacional canadiense. El microclima de la zona permitía en bancales el cultivo de la vid, que ahora, con los Vinos de la Tierra de Cangas, se está relanzando. Coincidirán conmigo en que esta idílica imagen podría ser la de cualquier famoso lago suizo.





Los tres kilómetros que separan la noble villa de Tuña de la aldea de Merillés discurren por una carretera local (AS-310) casi sin tráfico, ideal para pasear rodeados de robles y castaños. Les recuerdo que con la llegada de la primavera el paisaje de Merillés se alegra con el colorido de las flores de sus muchos cerezos. En el centro del pueblo, donde pueden dejar su coche, se inicia el suave ascenso en una hora, hasta el dolmen de Merillés, 2,4 Km. que salvan un desnivel de 350 metros de altura entre la aldea y el dolmen. La bajada se hace en algo más de media hora.





Ya saben que yo sólo recomiendo excursiones bellas y sencillas para todas las edades y la subida al dolmen, además de unas vistas increíbles desde el alto de la campera de Las Cabañas, les permitirá hacer algo insólito: susurrar a tres parejas de inmensos buitres que volando a su misma altura y muy próximos, serán sus compañeros de camino. Hay paneles explicativos y la ruta no tiene posible pérdida. Este monumento megalítico del Neolítico (3000 a 4000 años A.C.) a pesar de sus pequeñas medidas es uno de los más impactantes de Asturias.





Desde Tuña, junto a un precioso parque recreativo se inicia una idílica carreterina, con trafico casi inexistente, hacia el fenómeno geológico de la fana de Genestaza. Son sólo 11,4 Km. hasta la aldea de Azurera, ideales para andar lo que deseen rodeados por un paisaje natural junto al río, de postal. A 4,1 Km. de Tuña encontrarán la guapísima aldea de Puentecastro. Deberían comer “previo encargo al menos dos días antes” en el bar-tienda-comedor Casa Alonso (tfno. 985 803 774). Más que una casa de comidas, es un baúl donde Carmen Rubio y su hija guardan lo más auténtico de nuestra ancestral gastronomía rural.





Foto de la tradicional quintana asturiana de Cabo el Río que está colindante con Puentecastro, sólo les separa un pequeño puente sobre el río de Genestaza. Es un conjunto paisajístico absolutamente relajante. Las dueñas de Casa Alonso van a inaugurar un apartamento rural donde pueden alojarse para disfrutar más aún de este valle encantado. Les recuerdo las delicias que podrán comer “previo encargo dos días antes” (tfno. 985 803 774): el potaje de berzas con chosco, lacón, morcilla, chorizo, unas pocas fabes y patata; la fabada asturiana, huevos fritos con chorizo, jamón o lomo curado, cecina de vaca rebozada, carne frita o rebozada de ternera, judías verdes o guisantes con jamón cuando los da su huerta, cordero o cabrito al horno o guisados, que son los únicos productos que no son propios. De postre, frixuelos finos con miel o azúcar, arroz con leche requemado, mermelada de membrillo y peras al vino. Incluso les venderán harina de su maíz. En resumen: sencillez, amabilidad y autenticidad.





La Fana de Genestaza, vista desde la plaza de la aldea de Azorera a 11,4 Km. de Tuña, es uno de los más espectaculares fenómenos geológicos de Asturias. Desde el S. XVIII, la ladera occidental de la sierra de Cabra, de 1429 m. de altitud, se esta desmoronando, formando un glaciar de pequeñas cuarcitas, cuya morrena bloquea muchas veces la carretera, debiendo actuar la pala excavadora para restablecer el paso. Cuando hay tormentas, el agua acelera el derrumbe y entonces “la fana ruge con un sonido sobrecogedor”, debiendo por prudencia mantenerse alejados de su cauce. Incluso en días soleados, si la fana empieza a rugir, significa, según los aldeanos, que el tiempo va a cambiar.





La mini-excursión a la braña vaqueira de la Azorerina en 35´, de suave paseo ascendente por una buena pista, es una experiencia que les recomiendo vivir. Se inicia dejando su coche en la plaza de la aldea de Azorera, bebiendo agua de su fuente y andando por la carretera unos 200 metros hasta llegar a la primera y pronunciada curva, donde deberán tomar la primera senda que encuentren a su derecha. El camino pleno de vegetación es una maravilla, pudiendo llevar hasta el carrito de los niños que anden un poco. Los pastores o brañeiros suben con sus vehículos todo terreno y conviven con su ganado cuidándolo y recogiendo pastos para el invierno, desde abril hasta finales de noviembre. Lleven prismáticos pues es muy habitual ver rebaños de corzos y rebecos pastando enfrente, al otro lado del valle a nuestra misma altura, en las laderas de la sierra de Cabra, donde también se ubica la fana y que colinda con el Parque Natural de Somiedo. Una vecina de Azorera me contó con emoción la visión de un oso, muy cerca de la ventana de su cocina. Coman de bocata en la braña, donde hay agua, y disfruten al máximo de esta joya natural.





La aldea de Llamas de Mouro esta a 7 Km. de Tuña y a 9 Km. de Javita si vienen desde Cangas del Narcea. Es una buena carretera rural con lucidas vistas. En el barrio de Xardín se ubica el único taller alfarero que mantiene la histórica tradición de origen celta de cerámica negra, (tfno. 985 921 235) que tiene un brillo excepcional y una mayor dureza que otras cerámicas, debido al proceso de oxidación que sufren en el horno los barros claro y colorado que componen su mezcla arcillosa. El bello palacio de Los Sierra ( S. XVI-XVIII ) tiene en su capilla un escudo de la familia Colón, que emparentó con ellos, y se construyó en el lugar donde, en el año 800, el rey Alfonso II “El Casto” derrotó a los musulmanes en una de sus muchas batallas durante sus 51 años de reinado. Encarguen la comida, al menos 3 días antes, en Casa Ramón tfno. 985 921 232. Les recomiendo las fabes con jabalí, el pote o la fabada, y de postre los típicos frixuelos o roscas de pasta gorda, el brazo de gitano o el arroz con leche sin requemar. Todo con productos caseros y al modo tradicional.





Al monumento natural del Carbayo de Valentín se accede por la carretera AS-217 a 12 Km. de Tineo o a 20 Km. de Pola de Allande. Estén atentos, pues está junto a la desviación hacia Campiello, nada más pasar una pronunciada curva, dirigiéndose luego hacia Valentín a 1 Km. del cruce donde encontrarán el centenario roble, situado junto a la capilla de San Pedro. Este tradicional árbol sagrado declarado monumento natural tiene más de 500 años de antigüedad. El perímetro de su tronco tiene 10 metros y el diámetro de su copa 16 metros, con una altura de 9 metros. Aprovechen el viaje y visiten otro monumento natural de más de 300 años de antigüedad “La Fayona de Eiros“ en la aldea de su mismo nombre a 24 Km. de Tineo, AS-217 dirección Pola de Allande. Las dimensiones de esta descomunal haya son: perímetro del tronco, 4,5 metros; altura 27 metros y con un diámetro de su copa de 32 metros. Es un árbol de dimensiones espectaculares al que por seguridad de los habitantes de Eiros, en el pasado se cercenó su crecimiento.

 
     
     

 
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